CARISMA
El carisma de la Koinonía Juan Bautista es la promoción de la nueva evangelización, que ha de ser nueva en el ardor, en los métodos y en la expresión, siguiendo tres líneas básicas: el anuncio del kerygma, el ejercicio de los carismas y la vida comunitaria.

HISTORIA
La comunidad nace en 1979 por obra de un sacerdote, el p. Ricardo Argañaraz. Después de una fuerte experiencia del Espíritu Santo, se retira a una pequeña localidad de montaña en el Norte del Vicentino (Italia), llamada Camparmó. Allí inicia una vida dedicada a la oración, al trabajo manual y al estudio, a la cual se suman bien pronto otros hermanos y hermanas deseosos de consagrar su vida al Señor.
En aquella soledad de los inicios se fijaron los elementos constitutivos de la nueva comunidad: la oración, la escucha de la Palabra de Dios, la experiencia de los dones del Espíritu Santo, la amistad fraterna, la acogida de los hermanos, el compartir y la confianza en la mano providente del Padre.
La fundación de la comunidad data oficialmente del 1 de enero de 1979, solemnidad de Santa María, Madre de Dios, con ocasión de una peregrinación a la Santa Casa de Loreto. Después de aquellos primeros tiempos de completa soledad, la comunidad incrementa gradualmente su acción pastoral formando comunidades dedicadas a la evangelización y a la formación de evangelizadores.
El p. Ricardo Argañaraz nace en Salta (Argentina), el 3 de julio de 1936. En 1954, tras una fuerte experiencia de conversión, entra en el Seminario Diocesano y el 15 de julio de 1962 es ordenado sacerdote. Enviado a Italia para estudiar Filosofía y Derecho Canónico en las Universidades Pontificias, tiene la oportunidad de estar presente en la apertura del Concilio Vaticano II.
Obtiene la Licenciatura en Filosofía y el Doctorado en Derecho Canónico en 1969. Después de dos años de servicio en la Secretaría de Estado del Vaticano, atraído por la vida contemplativa, funda junto con otros sacerdotes una fraternidad presbiteral.
En 1974 y 1975 vive algunas experiencias de efusión del Espíritu con la manifestación de dones carismáticos. En este periodo, tras dos meses de soledad en el monte Pasubio, recibe la inspiración de dar vida a una nueva comunidad. El 19 de septiembre de 1975 llega por vez primera a Camparmó, aldea deshabitada en el Ayuntamiento de Valli del Pasubio (Vicenza), donde se establece.
Después de unos tres años de vida solitaria, con la llegada de las primeras vocaciones nace el primer núcleo comunitario al cual seguirán otras fundaciones, primero en Italia y después en otros lugares del mundo.
En 1999 deja todo cargo de gobierno.
ESTRUCTURA
La Koinonía Juan Bautista está estructurada en comunidades llamadas oasis.
El oasis está conformado por una comunidad de vida consagrada, por comunidades familiares, casas de oración y puede comprender realidades y/o comunidades de vida en familias. El oasis es la forma de vida comunitaria más completa. Está caracterizado por la presencia estable de un responsable que pertenece a la comunidad de vida consagrada, llamado pastor, junto a hermanos y hermanas consagradas y por una Koinonía estructurada de forma articulada con casas de oración, comunidades familiares y ministerios.
La realidad está caracterizada por la presencia estable de un responsable, casado o célibe, llamado coordinador de realidad, y por una Koinonía estructurada de modo articulado con casas de oración, comunidades familiares y ministerios. Perteneciendo a un oasis, es administrada en comunión con el pastor.
La casa de oración es la célula base operativa de la Koinonía Juan Bautista que semanalmente, en las casas privadas de los miembros de la Koinonía, sostiene encuentros de evangelización en pequeños grupos, destinados a los hermanos alejados de la fe.
La comunidad familiar es una pequeña comunidad de alianza formada por miembros que se agrupan por cercanía territorial, que aún viviendo en sus casas, participan a las actividades y servicios de la Koinonía a la que pertenecen. Se reúnen mensualmente en encuentros denominados “ágape”.
La comunidad de vida de las familias reúne a las familias que desean vivir una vida comunitaria más intensa.
La comunidad de vida consagrada reúne a hermanos y hermanas que profesan los consejos evangélicos de castidad, pobreza y docilidad, poniendo todo en común en un clima comunitario.
Las diversas Koinonias difundidas en el mundo están constituidas como asociaciones privadas de fieles, recibidas o reconocidas canónicamente por el ordinario local. Unidas jurídicamente entre ellas por una fundación, la Fondazione Koinonia Giovanni Battista, con sede legal en Italia y sede pastoral en Israel.
ACTIVIDADES
La Koinonía organiza internamente encuentros periódicos con el objetivo de crear e intensificar la comunión y el entusiasmo evangelizador en sus miembros, y actividades ad extra de pre-evangelización, de evangelización y de formación.
FORMACIÓN
La estructura formativa de la Koinonía Juan Bautista se propone dar vida a un programa progresivo, sistemático e integral para formar evangelizadores capaces de transmitir una mentalidad KeKaKó, positiva y cristocéntrica, abierta a la dimensión carismática y comunitaria. Oración, estudio, práctica y vida comunitaria son las líneas maestras del programa formativo.
La estructura formativa propone 3 niveles orgánicamente concatenados:
El Nivel Básico está constituido por la Escuela de Evangelización, la cual tiene como tarea enseñar, mediante una serie progresiva de cursos, a transmitir el anuncio evangélico por medio de formas sencillas, eficaces y creativas.
El Nivel Medio se lleva a cabo en las facultades teológicas pontificias y está constituido por un bienio filosófico y por un trienio teológico, con la obtención del bachillerato en Teología.
El Nivel Superior propone la prosecución de los estudios en las facultades teológicas para obtener la licenciatura o el doctorado en Filosofía y/o en Teología.


EMBLEMA
El emblema de la comunidad está compuesto por cuatro elementos:
- Las tres montañas para indicar la estabilidad de la vida comunitaria y el lugar donde hemos nacido: Camparmó.
- La cruz color rojo-oro en el centro, para indicar a Jesús resucitado, centro de nuestro ser y de nuestro actuar.
- La elipse sobre la cima central de las montañas, para indicar la vida de oración, la contemplación.
- El río que desciende hacia el valle, para indicar nuestra misión evangelizadora.