«Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo
porque irás delante del Señor a prepararle los caminos,
para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación
en la remisión de sus pecados.»
(Lc 1,76-77)

Hoy damos gracias junto al Señor por el llamado y el nombre que ha dado a nuestra comunidad y por tanto a cada uno de nosotros: Juan. ¡Dios nos favorece! Las palabras del Bautista siguen hoy llenas de actualidad, más aún para nosotros Koinonía. Estamos llamados a vivir la Palabra colocándonos en el momento presente, incluso cuando nuestro anuncio entra en conflicto con la mentalidad del mundo actual.

Juan reconoció la presencia del Mesías en aquel tiempo y lugar; por eso pedimos al Señor que reavive en la Koinonía la capacidad carismática de asociar la Palabra a los signos de los tiempos y de ser testigos de la realización de las profecías. Que, como el pequeño Juan, podamos crecer y fortalecernos en el Espíritu (cf. Lucas 1,80).
¡Un saludo afectuoso y muchas felicidades!
P. Giuseppe